Hola a todos! Hoy os traigo una idea para un dormitorio que a mi personalmente me tiene enamoradísima!.
Os hablo de un ambiente muy especial en el que conviven perfectamente el blanco, azul marino y unos bonitos detalles en tonalidades tierra, una apuesta segura que nos da una sensación de calma muy acogedora.
La utilización de mobiliario en color blanco sempre nos da la oportunidad de arriesgarnos a la hora de elegir elementos decorativos mas llamativos pero esta vez he decidido no alejarme de la gama cromática que podeis ver, consiguiendo así un espacio muy neutral y equlibrado.
Por lo general no uso piezas pertenecientes a la misma linea y como en este caso el conjunto de cama, mesitas de noche y bancada si lo hacen he roto con ello a través de la cajonera en color crema con esos preciosos tiradores en forma de concha. Está formada por cuatro módulos diferentes de los que existen otras variaciones y con las que se consiguen combianciones geniales!.
Como veis, el dormitorio se encuentra en la planta baja así que he aprovechado para añadir una salida al jardín con unas puertas francesas.
Las lámparas de aire industrial rompen por un momento la delizadeza pero aportan una conexión perfecta entre las ilustraciones que hay sobre la cama. La colcha a los piés nos devuelve la calma.
Predomina el azul con su presencia en paredes, con una tonalidad grisácea que combina con los almohadones.
El blanco aporta la luz gracias al mobiliario y a la alfombra ribeteada en un tono crudo casi idéntico al de la rafia de los cajones y la cama. A su vez el espejo encaja a la perfección dentro de esta gama aportando una textura en madera muy natural.
Existen pequeños elementos de contraste en color negro enlazados a través de los dibujos de bicicletas que aparecen en los cuadros sobre la cama, las lamparas de acero y las patas del calzador tapizado en capitoné blanco.
Espero que os haya gustado y ahora a desplegar vuestras ideas!!







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